Uno se cree
que las mató el tiempo y la ausencia
pero su tren
vendió boleto de ida y vuelta...
son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas:
en un rincón,
en un papel o en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás de la puerta,
te tienen tan
a su merced como a hojas muertas,
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y...
nos hacen que
lloremos cuando nadie nos ve.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas...
en un rincón,
en un papel o o en un cajón.
Como un ladrón,
te acechan detrás de la puerta,
te tienen tan
a su merced como a hojas muertas,
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando nadie nos ve...
que las mató el tiempo y la ausencia
pero su tren
vendió boleto de ida y vuelta...
son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas:
en un rincón,
en un papel o en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás de la puerta,
te tienen tan
a su merced como a hojas muertas,
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y...
nos hacen que
lloremos cuando nadie nos ve.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas...
en un rincón,
en un papel o o en un cajón.
Como un ladrón,
te acechan detrás de la puerta,
te tienen tan
a su merced como a hojas muertas,
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando nadie nos ve...
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